Una historia que resalta el poder curativo de la terapia asistida con animales se vivió en el Memorial Hospital West de Pembroke Pines, donde Priscilla Timmons, de 39 años, despertó de un coma inducido de 21 días después de una emotiva interacción con una perrita de terapia.
Timmons había sido ingresada de emergencia el 13 de marzo tras sufrir una embolia pulmonar masiva, tres paros cardíacos y una falla multiorgánica, reduciendo sus probabilidades de recuperación a solo un 10%.
Durante su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos, su familia, consciente del profundo amor de Priscilla por los animales, solicitó la visita de Scrunchie, una golden retriever parte del programa de asistencia emocional del hospital.
La Intervención que Desafió la Lógica
El momento que marcó el punto de inflexión ocurrió cuando el cuidador de la perra colocó una golosina cerca de la mano de la paciente. Mientras Scrunchie buscaba el premio, su pata rozó la mano de Timmons.
La reacción de Priscilla fue inmediata y sorprendente para el personal médico: pudo mover los dedos y levantar su mano de la cama.
Timmons, quien luego relató haber percibido voces mientras estaba en coma, describió la sensación: “Entonces sentí su pata, y fue entonces cuando pude mover los dedos y levantar la mano de la cama… Como gran amante de los perros, esto me motivó a acercarme a ella lo más posible”.
Priscilla, quien llamó a Scrunchie su “princesa encantadora”, pudo finalmente despertar y ver a sus seres queridos.
Fe y Conciencia
Tras su renacimiento, Timmons aseguró que no «dejará que este milagro se desperdicie». La sobreviviente ha lanzado una cuenta de Instagram, Faith Flows Strong, para crear conciencia sobre los coágulos sanguíneos, la causa de su condición crítica.
Foto: Agencias
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