Las fuerzas israelíes llevaron a cabo nuevas redadas en Cisjordania, que resultaron en la detención de 35 ciudadanos palestinos, principalmente en las localidades de Jericó y Azzun. Estas operaciones se suman a una serie de incursiones que han generado creciente preocupación por el deterioro de la seguridad y los derechos humanos en la región.
Según reportes de medios locales y organizaciones de derechos humanos, las redadas incluyeron irrupciones en viviendas particulares, así como daños materiales a propiedades palestinas. Testigos señalaron que las detenciones se realizaron en horas de la madrugada, en medio de un despliegue militar que paralizó la actividad cotidiana en varias comunidades.
Paralelamente, se ha registrado un incremento en los ataques de colonos israelíes en otras zonas de Cisjordania. Estos actos incluyen incendios provocados, agresiones físicas y destrucción de cultivos, lo que ha intensificado la presión sobre las aldeas palestinas.
Las agresiones, muchas veces realizadas con impunidad, han sido denunciadas como parte de una estrategia sistemática para desalojar a las comunidades palestinas de sus tierras.
Organizaciones internacionales han expresado su alarma ante la escalada de violencia, señalando que estas acciones violan el derecho internacional y los principios básicos de protección civil en territorios ocupados. La situación en Cisjordania continúa siendo motivo de preocupación para la comunidad global, que exige medidas urgentes para frenar el ciclo de violencia y garantizar el respeto a los derechos humanos.
Mientras tanto, líderes palestinos han condenado las redadas y los ataques de colonos, calificándolos como parte de una política de ocupación que busca desestabilizar la vida en los territorios palestinos.
JA/ Reporte Relámpago
Fotografía: Internacional

