Durante la cumbre de cancilleres del G7, Estados Unidos vetó la inclusión de los recientes ataques en el Caribe como tema de discusión oficial, generando tensiones entre los países miembros. La decisión fue respaldada por el senador Marco Rubio, quien justificó la postura afirmando que “la Unión Europea no le dirá a Estados Unidos cómo defender su seguridad”.
La negativa estadounidense ha despertado preocupación entre varios gobiernos que esperaban abordar el creciente clima de inestabilidad en la región caribeña, especialmente en el contexto de movimientos militares y disputas geopolíticas que involucran a potencias extrarregionales.
Rubio, conocido por su línea dura en política exterior, insistió en que Washington tiene el derecho soberano de decidir sus estrategias de defensa sin interferencias externas. “No permitiremos que otros gobiernos condicionen nuestras decisiones en materia de seguridad nacional”, declaró ante medios locales.
JA / Reporte Relámpago
Fotografía: Agencias

