Este martes 30 de septiembre, Filipinas fue sacudida por un fuerte sismo de magnitud 6,9 que estremeció la región central del archipiélago, provocando pánico entre los residentes y daños significativos en varias infraestructuras. El epicentro se localizó en el mar, a unos 11 kilómetros al este-sureste de Calape, en la provincia de Bohol, según reportes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS)
Uno de los daños más emblemáticos fue el colapso parcial del Santuario Arquidiocesano de Santa Rosa de Lima, ubicado en el municipio de Daanbantayan, en la isla de Cebú. Este templo, construido en 1858 y considerado patrimonio cultural por su valor histórico y religioso, sufrió desprendimientos en su fachada y daños estructurales que han conmocionado a la comunidad local.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) emitió una alerta preventiva de tsunami para las provincias de Leyte, Biliran y Cebú, aunque posteriormente el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico descartó una amenaza mayor. Aun así, las autoridades instaron a los habitantes de zonas costeras a mantenerse alejados del litoral y buscar refugio en áreas elevadas.
Testigos relataron escenas de pánico en ciudades como Bogo y San Remigio, donde se reportaron evacuaciones masivas, cortes de energía y caída de objetos. En redes sociales circularon videos que mostraban el momento exacto del temblor, incluyendo la interrupción de eventos públicos y el colapso de estructuras.
JA / Reporte Relámpago
Fotografía: Agencias