En un emotivo y trascendental acto celebrado este domingo, 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa León XIV presidió la tradicional fiesta del sumo pontífice en la Basílica de San Pedro. Durante la Eucaristía, el Santo Padre bendijo e impuso los sagrados palios a 54 arzobispos de diversas partes del mundo, incluyendo a cuatro prelados venezolanos, en una ceremonia de profunda significación para la Iglesia Católica venezolana.
Los arzobispos venezolanos que recibieron esta insignia litúrgica son:
Monseñor Raúl Biord Castillo, arzobispo metropolitano de Caracas.
Monseñor Jesús González de Zárate Salas, arzobispo metropolitano de Valencia.
Monseñor Polito Rodríguez Méndez, arzobispo metropolitano de Barquisimeto.
Monseñor Ángel Francisco Caraballo Fermín, arzobispo metropolitano de Cumaná.
Símbolo de comunión y compromiso
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha recordado la importancia del palio, un símbolo sagrado que representa la autoridad del arzobispo metropolitano y su profunda comunión con el Santo Padre. Esta ceremonia es también una poderosa expresión de la fortaleza de la fe y del compromiso inquebrantable de estos siervos de Dios con sus respectivas diócesis en Venezuela.
La Eucaristía fue transmitida en vivo por la señal de Vale TV, lo que permitió a miles de fieles en Venezuela unirse espiritualmente a esta significativa celebración, sintiendo la cercanía con la Iglesia universal.
El palio arzobispal, una insignia litúrgica de gran relevancia, consiste en una banda de lana blanca de unos cinco centímetros de ancho, colocada sobre los hombros, con dos prolongaciones de aproximadamente quince centímetros cada una, una en el pecho y otra en la espalda. Es portado por el Papa y los arzobispos metropolitanos, quienes tienen la responsabilidad de coordinar y guiar varias diócesis.
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Reporte Relámpago

